Sepulcro De Rosas
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 Capítulo 7- Premere ebur (Sentarse en silla de marfil)

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MensajeTema: Capítulo 7- Premere ebur (Sentarse en silla de marfil)   Capítulo 7- Premere ebur (Sentarse en silla de marfil) EmptyJue Jun 11, 2009 12:25 am

Capítulo 7- Premere ebur (Sentarse en silla de marfil)
Capítulo 7- Premere ebur (Sentarse en silla de marfil) Cap73027_3-1238-130

Para aquello que estaba pasando ya no había vuelta atrás, y Nick lo sabía muy bien. De lo que no estaba seguro era del porque de esa necesidad por obtener a Rose en aquel preciso instante.
Profundizó aun más el beso con ansiedad, mientras se acercaba al cuerpo de ella.
Y se centró en calcar la curva de su cuello con su lengua, apartándolo todo, ahora solo estaban Rose y él.
Desde que la había tocado esa sensación de dolor y estado de trance había desaparecido dejando paso a la necesidad de su consuelo y calor. Sentía como si la hubiera esperado durante mucho tiempo. Sin ella sabía que no iba a sobrevivir, lo sabía.
Y eso lo asustaba.
Se separó un poco para mirarla a los ojos, de ese tono almibarado tan cercano, tan cálido. Cuando se perdía en su mirada era como si pudiera sentirse completo. Pero muy en el fondo Nick comprendió que de algún modo lo que buscaba en esos ojos era verse reflejado en ellos. Sentir que le importaba a alguien y ese alguien era tan solo Rose.
Pero no, seguramente Rose no le amaba. En el fondo si ahora ella se iba tendría todo su derecho. La soltó de las muñecas y se sentó contra el respaldo del amplio sofá, para dejarle espacio para incorporarse.
-Nick- le llamó seriamente.
-Es muy tarde ya Rose.-repuso él- Vete a casa.
Percibió como lo escrutaba con la mirada. Un minuto después regresó a su cabeza la sensación de malestar y trance. ¿Por qué? ¿Por qué no podía estar con Rose?
Sin embargo sabia de sobra la respuesta a sus preguntas, tal vez hace cuatro años le hubiera amado, pero cuando la conoció y la rescató aquella fría noche de principios de noviembre…ella ya no tenía corazón y no podía confiar en nadie.
Ella se levantó con ligereza y el suspiró sabiendo que cogería sus cosas y se marcharía sin apenas decir nada.
Pero no lo hizo.
Se paró enfrente de él, se agachó hasta que sus ojos se cruzaron .y lo besó con dulzura, demorándose en su interior con su lengua.
Rose le sostuvo el rostro con ambas manos cuando se separó de él y dijo- Nick , siento no ser para ti lo que esperas que sea pero…¿Me dejarías intentarlo?-preguntó con una calida sonrisa.
Nick se detuvo en mirarla sin saber que decir, en realidad la quería demasiado y esas palabras le alegraron desmedidamente. Porque en su odiosa vida lo único que merecía la pena era Rose. Lo único era ella. Porqué no tenía recuerdos de su niñez propiamente dichos…
Ese sentimiento le quemaba.
-Si- atinó a decir casi ineludiblemente.
Muy despacio ella se sentó a horcajadas sobre él aferrándose a su cuerpo. Nick ya no fue capaz de eludir la sensación de tensión que se alojaba en su entrepierna. Deslizó sus manos sobre su estrecha cintura, acariciando después su espalda mientras volvía a capturar sus labios. Cuando siguió moviendo sus manos por la cara externa de sus muslos ella rió sobre sus labios y besó su cuello mientras pasaba sus delicadas manos sobre su abdomen, subiendo y bajando. Lo que le provocó un escalofrió y un dolor palpitante en su miembro.
Rose le quitó la camiseta y dejo un reguero de besos sobre su pecho. Nick hizo lo propio con su vestido, bajó la cremallera y se deslizó por sus brazos dejando a la vista un bonito sujetador negro de encaje con cierre frontal. Acercó su boca al broche y lo desabrochó con sus dientes haciendo que por fin pudiese contemplar el busto desnudo de Rose.
Se había quedado sin aliento.
-¿Pasa algo Nick?-preguntó ella confundida.
-Solo que eres preciosa- acto seguido atrapó uno de sus enhiestos pezones con su boca trazando círculos alrededor de su aureola con la lengua. Mientras con la mano izquierda hacia lo propio con el otro. Saboreó el gemido de Rose apreciando la pura necesidad de poseerla. Centró la mano que tenía libre tras su espalda para trazar leves caricias en la parte interior de sus muslos hasta que se coló por debajo de la cinturilla elástica de sus braguitas y se deleitó con el tacto húmedo y caliente al mover sus dedos entre sus piernas.
Observó con satisfacción como jadeaba de necesitad, no paró hasta que sintió su estremecimiento cuando llegó al éxtasis.
Pero no la iba a dejar irse así, siguió acariciándola y besando su cuerpo. Ella por su parte bajó sus manos hasta su entrepierna y desabrochó la cremallera del pantalón. Cuando sintió sus dedos largos y finos entorno a su miembro gruño de placer.
Pero no fue hasta que ella introdujo su miembro en su intimidad que no sintió que estaba en el cielo. Rose se había aferrado a sus hombros, sus ojos estaban nublados por el deseo y sus pupilas dilatadas, cogió su rostro y la beso mientras movía sus caderas. Estaba húmeda, caliente y sentía como lo oprimía, no podía estar mejor. Notaba el aliento de Rose en su hombro y se dejó llevar embistiéndola cada vez más fuerte, sujetándola por las caderas y elevándola en un movimiento de extraña lujuria.
Solo entonces se dio cuenta de que alrededor de la figura de Rose se vislumbraba un campo de energía entre anaranjada y rojiza. Una parte de si mismo decidió absorber una parte de la energía vital de ella y lo hizo. En el momento en el que Rose llegó a un nuevo orgasmo y Nick se liberó entre sacudidas y una sensación de vértigo ella se derrumbó entre sus brazos y durmió sobre su pecho.

********************************(respirad vale? que nos conocemos XD )*****

Razu percibió una desagradable sentación en su interior, de algún modo sabia lo que había pasado.
Porque estaba ligado aun débilmente con Rose, así que podía percibir ciertas sensaciones como si algún vampiro tocaba lo que no le pertenecía.
Un psíquico había absorbido parte de su energía vital.
Y teniendo en cuenta las circunstancias sabía que había sido Nick, del mismo modo que sabía como lo había logrado. En su interior se produjo un grito angustiado, así como su instinto animal le decía que debía acabar con el bastardo que estaba ahora con Rose.
Ante tal visión sus colmillos se alargaron conmensurablemente exigiendo la muerte de ese cabrón.
Desgraciadamente tenía que centrar su atención en otro tipo de cosas, muy a su pesar.
-Por favor, ¿Te importaría dejarnos comer maldito Eudaemon?- uno kakodaemon se acercaba peligrosamente hasta su posición en un callejón oscuro y angosto. Los ojos del vampiro brillaban con un toque cetrino característico de su raza.
La victima yacía semiinconsciente entorno a varios kakodaemons más, tal vez tres. En total tendría que matar a cuatro, no era una mala cifra teniendo en cuenta que eran de alto nivel iban cargándose a inocentes humanos y él estaba esa noche de muy pero que de muy mala leche.
-Vaya… ¿Dónde habré metido mis modales? ¿Que te parecería hincarle el diente al filo de mi espada?-en un ágil gesto hizo aparecer de su mano una espada de una hoja de brillo diamantino y en su empuñadura una gema roja.
-De la Orden Real…-susurró divertido el que había hablado primero-Amicus-dijo dirigiéndose a sus camaradas- Esta noche nos vamos a divertir.
-Ya te digo, puede que saludes a Lilith de mi parte- alegó Razu.
-Dudo que tu Diosa nos tenga en alta estima.-los otros se alinearon junto al que hablaba- Al fin y al cabo nos maldijo.La única satisfacción que nos queda es matar humanos y jugar con tipos como tú, aunque seas joven…Me pregunto ¿Cuánto aguantaras?
-Hoy que tengo instintos asesinos más de lo que te imaginas- dicho y hecho Razu se
lanzó a por el kakodaemon que hacía de interlocutor .
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