Sepulcro De Rosas
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 Capitulo 10 – Destringo (tocar ligeramente)

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Guiom@r (La Autor@)
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MensajeTema: Capitulo 10 – Destringo (tocar ligeramente)   Capitulo 10 – Destringo (tocar ligeramente) EmptyJue Jun 11, 2009 12:43 am

Capitulo 10 – Destringo (tocar ligeramente)

Morgan cerró con ímpetu la ventana de la cocina que hizo fuerza por abrirse de par en par, ayudada por el viento que se había levantado aquel día y azotaba con fuerza. Se escucho un trueno bastante cerca.
-¡Perfecto! Lluvia-dijo con satisfacción tras mirar como discurrían las gotas por el cristal.-Por fin llegó el otoño-añadió conforme, esperando la respuesta de alguien que animase la conversación individual que estaba teniendo.
Pero nadie lo hizo.
En su casa desde el accidente de su padre, hacía ya más de tres días, reinaba un desagradable desasosiego. Porque ahora nadie vivía allí, bueno para ser exactos tan solo ella estaba en su casa y eso le daba cierto resquemor.
De repente Morgan suspiró percibiendo como su momentánea alegría se desvanecía al recordar la imagen de su padre convaleciente en el hospital. Sus manos frías y del color níveo ceniciento. Al parecer no se sabía que era lo que tenia. Era como si la sangre se estuviera evaporando de sus venas…
Pegó las manos al cristal frío observando como la gente intentaba resguardarse de la lluvia, un nuevo relámpago iluminó la ciudad resquebrajando el sonido por su intensidad. Y por un momento, tan solo por un pequeño instante ante sus ojos la ciudad desapareció, dejando a la vista una extensa campiña verde, semejante a esos paisajes ingleses que recordaba de su niñez. Incluso recordó el lugar que una vez visitó con sus padres…
Si, era ese pueblecito a las orillas del Lago Ness, un sitio que no visitaban los turistas.
El tiempo y su corazón parecieron detenerse porque no notaba el martilleo incesante en su pecho sino en su cabeza, como si le recordase que aquello que veía no era bueno. Vio una extraña casa que le dejó una impresión de miedo, maldad, terror.
Tuvo ganas de vomitar cuando en su cabeza unas voces susurrantes filtraron palabras incoherentes que al final, arrastradas por una sensación helada coreaban solo dos palabras “Boresking house”.
No sabía lo que eran pero supo que no era bueno. Se tapó la boca cuando le sobrevino una arcada.
Otro relámpago lo cubrió todo de blanco, de manera que intentase purgar la imagen de maldad que acababa de presenciar.
Morgan descubrió que todo volvía a estar igual que siempre. El replicar de las gotitas estrellándose contra la ventana, el tic-tac del reloj de la encimera e incluso el sonido del centrifugado de la lavadora era el mismo.
Pero para ella, aun sin ser consciente, nada sería igual.
Parpadeó con fuerza y sacudió su cabeza hacia ambos lados para despejarse.
-Tranquila Morgan, solo son alucinaciones debido a comer comida precalentada- sien embargo restregó el sudor frió de su frete con la manga de su mano y se sentó en un taburete notando el temblor de sus manos. Decidió marcar por enésima vez el número de teléfono de Rose , pero desde hacía también tres días estaba ilocalizable , aunque al parecer si iba a dar clases todos los días según le comento Emily. Pero dado que ella tenía el problema de su padre no se habían visto, ni tampoco le cogía el móvil cuando la llamaba.
Y ella no solía hacer esas cosas.
-Vamos Rose…cógeme el teléfono, te necesito amiga- suplicó Morgan, pero por única respuesta obtuvo los lánguidos pitidos y el contestador.
Así que ni corta ni perezosa se encaminó a la calle con su paraguas de cuadritos escoceses. Le iba a cantar las cuarenta a su amiga, y lo haría en su casa.
Eso si estaba allí claro.

************

Chaos se dispuso a abrir la puerta con energía pero en el último momento optó por llamar tímidamente en la entrada al cuarto de Razu.
Tras dar tres suaves toques en la madera esperó que alguien abrieses o su hermano la dejase entrar. Pero no sucedió ni lo uno ni lo otro.
-Razu…-dijo mientras entraba al cuarto. Vislumbró la alta e imponente figura del moreno recortada contra la ventana mientras miraba con desinterés la lluvia.
-Oye, tenemos que hablar- repuso finalmente ella con sequedad cruzándose de brazos.
Al ver que su hermano no hacía nada comenzó a impacientarse moviendo su pierna derecha en un vaivén continuo que conllevaba al ruido de sus pesadas botas militares en la estancia.
Chaos no solía comportarse con tanto recato por llamarlo de alguna manera, sino fuera porque Fenrir le había pedido que fuese condescendiente con Razu ella misma hubiera entrado al cuarto del vampiniñato rompiendo la puerta y pegando unos cuantos puñetazos certeros.
Bufó con estrepitosidad para hacerle patente a su hermano que seguía allí.
Este pareció darse por aludido y se volteó centrando su mirada de ojos rojo sangre en ella. Una mirada que era afilada, fría y carente de buenos sentimientos. Una mirada que a Chaos le heló la sangre porque era la de su padre, y solo el hecho de dicha coincidencia le produjo terror.
Y muy pocas cosas asustaban tanto a Chaos Cruoris.
-Tú dirás- respondió con suavidad a la par que iluminaba la habitación con la tenue luz de una lamparita.
-Bien, yo lo que quería saber era el tipo de entrenamiento militar que les estaban dando a los nuevos reclutas…-la chica se rascó su cabellera fucsia con nerviosismo.
Razu la miró enarcando una ceja a modo sarcástico-Que yo sepa eso es asunto de Fenrir que se encarga de decidir quien y donde se patrulla.
-Ya sabes, es que…-balbució Chaos. Estaba harta, ya no podía aguantarlo más así que gritó exasperada- ¡Cuéntame que te pasa o atente a las consecuencias!
-No es nada, tal vez estoy cansado.
-Cuéntale eso a otro Razu, ¿Tiene qué ver en todo también el asunto de los Kakodaemons de nivel superior de la otra noche?-estrecho los ojos al mirarlo- Desde hace tres días estas así. No hablas, ni comes, ni duermes y solo sales a patrullar. Por no mencionar tu forma de actuar.-Chaos recobró el aliento
-Descuida, esto no va contigo-le respondió con frialdad.
Los ojos entre rojizos y rosados de Chaos llamearon de furia-¡¿Qué no va conmigo?!-le mostró los colmillos a su hermano-Mira, ¿Ves esto?- señaló mostrándole una cicatriz transversal en su muñeca- Significa una unión de sangre filial ¿Te da eso igual? ¡Eres mi hermano! ¡Me preocupo por ti , aunque me odies!
El semblante de Razu se suavizo un tanto.
-No te odio Chaos , y en cuanto a lo de la unión de sangre filial siempre estaré en deuda contigo , porque sino no se lo que hubiese sido de mi-se sentó en una butaca de color bermellón-Hace tres días supe que…-su hermano se froto la sien, parecía atormentado en cierto modo-Rose le había dado su energía espiritual a otro.
<<m*erda>> pensó Chaos , acababa de meter la pata hasta el fondo. Pero ya que estaban las cosas por ese camino…
Seguiría hurgando en la herida.
-Creía que tu no podías saber con quien se acostaba Rose- repuso directamente.
-La cosa cambia cuando la energía era para uno de La Comitiatus-apretó la mandíbula con fuerza- Quiero matar a ese infeliz.
-De la Comitiatus…-la voz de la vampira se agravó.
-Si, y no uno cualquiera ¿Recuerdas que Fenrir comentó algo sobre un tal Nick Smith?
-Aja-asintió ella confusa- Pero tan solo es un simple psíquico, no se que pinta él en todo esto…-alegó despreocupada.
-No- destilo su hermano con furia- Hubo algo que no te mencionamos y es que Nick Smith no es otro que Nickretz de la Comitiatus. El Comicio Uniore-gruñó Razu dolido-Mi ex mejor amigo – completó con amargura.
Chaos sintió que todo le daba vueltas y que el suelo bailaba a su alrededor oprimiendo el aire que albergaba en su pecho.
-¿Estas seguro?-preguntó con hilo de voz que no reconoció como suya propia.
-Ojala fuese mentira Chaos- el moreno se tapó los ojos con los antebrazos al reclinarse en la butaca.
-Perdona hermano- le susurró ella apretando su hombro izquierdo con su pequeña mano-tranquilo, todo al final se solucionara.
-No, tal vez estén enamorados.
-No- la negativa de Chaos fue implacable- Eso nunca.
-Por otro lado, no es muy descabellado. Ella siempre quiso una vida humana…-se calló cuando su hermana reprochó.
-A la m*erda, básicamente Nickretz no es lo que se diga “muy” humano ¿Verdad?
-Además aquella noche dije cosas horribles-murmuro casi para sus adentros él.
-¿Perdón? Me estoy perdiendo y sabes que no tengo paciencia- respondió audaz la de pelo fucsia sentándose al borde de la cama para evitar caerse por un colapso ante la revelación Rose & Nick.
-Una noche de invierno en Escocia, la noche en la que dejé a Rose con aquella familia de raza blanca-relató mirándola con seriedad, al ver que Chaos lo apremiaba con las manos continuó hablando-Me pregunto…-tragó saliva-Me preguntó que significaba ella para mi.
Ya estaba, he ahí la cuestión del lío. Su hermano no se quería dar cuenta de lo evidente.
Había metido la pata hasta el fondo, como si lo estuviera viendo.
-¿Y bien?- espetó cruzando los brazos por encima de su pecho arqueando su ceja- ¿Qué contestaste?
-Algo horrible-Razu observó algún punto perdido en el vacío.
-Ya, eso ya lo he pillado pero quiero saber las palabritas exactas.
Su hermano tardó unos segundos en contestar.
-Una carga- repuso finalmente.
-¡¿Cómo?!-chilló Chaos.
Ella sabía muy bien la debilidad de Rose por creer que era una buena para nada y que temía que para Razu fuese una obligación el cuidar de ella y que solo había sido un estorbo.
Pero el imbecil de Razu , la persona que mas apreciaba se lo había confirmado.
-¿Eso piensas de verdad?-inquirió la vampiresa.
-No, tenía que alejarla de mí. Estaba en peligro- le contestó.
-En peligro.-repitió con sarcasmo Chaos- ¡Siempre estuvo en peligro! ¡Eras tú quien se ocupaba de protegerla! ¡Y la dejaste sola! ¿De quien debía protegerse eh Razu? ¿Quién según tú era tan amenazante para dejarla sola allí en escocia?
-Yo, yo soy esa amenaza- afirmó.
-¡Por Hades! ¡No me hagas reir! ¿Tú? ¿Quién siempre se ha preocupado y desvivido por hacerla feliz?-contesto sorprendida.
-Me di cuenta que un día ya no la miraba con los mismos ojos Chaos. Tuve miedo de hacerle daño o algo peor…-hizo una pausa y esquivó su mirada con avidez-No se porque. Cuando estaba en aquella mazmorra confirmé algo de lo que me había percatado antes. Quería matar a Trux. Yo…-no acabó la frase.
Chaos suspiró, era demasiado evidente.
-¿Nunca te has parado a pensar que te enamoraste de ella y lo sigues estando aun?
Su hermano le mostró los colmillos.
-¿Ves? No lo quieres aceptar pero la realidad sigue ahí-le recriminó.
-Y no puede ser -concluyó
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